Lo han conseguido. Nunca creí que fueran capaces de superar la cutrez y la mierda de música de otras ediciones, pero hay que reconocer que estos chicos se han superado. Desde la única ¿carroza?, ¿basura? existente, hasta el vomitivo sonido electrazo de mierda, pasando por toda la ingente cantidad de personas encogorzadas, nadie "falló". Todos se encargaron de escenificar su papel.
Lo de la carroza, realmente patético. Un camión en el que se habían colocado 3 o 4 "recogeguindas", de esos que usa Homer para encontrar a Lisa en la ciudad, con dos fulanos que hacían como que tocaban (bongos y teclado) y un sonido nefasto, ya no sólo por el carácter musical, sino porque NO SE ESCUCHABA UNA PUTA MIERDA a 3 metros.
Pero eso, ójala hubiera sido lo peor. Cuando se llegó a la plaza mayor, asistimos a la coronación de Manolo el del Bombo como mayor exponente de la música electrónica. Vaya pedazo de cacho de trozo de puta mierda que tuve que sufrir durante las 3 horas que estuve allí, con Toxsi (si no es por verle a él y tomarnos unas copichuelas, jamás habría ido), y rodeado de adolescentes etílicos.
Dos fulanos, porque ese es el término, FULANOS, un tal "no se qué" Penn, supongo que el sobrino bastardo del actor, y Oscar de Rivera. Ambos se ocuparon diligentemente de regalarnos 3 horazas de aporreo de cacerolas y sartenes. No exagero si digo que, de las 3 horas que fui capaz de soportar (no me lo creo ni yo), 2 y media fueron de BUM, BUM, BUM, BUM, BUM.
¿Melodía? ¿Eso qué es?, debieron de responder los criminales a los platos. Y hala, allí estaba la gente haciendo el subnormal, a ritmo de hostias de bombo. No se hizo la miel para la boca del asno, sin duda.
En fin, que a las tres interminables horas, decidí largarme con viento fresco avisando a Toxsi, textualmente: "Tú haz lo que quieras, que yo me voy".
Partydance, la llaman, je. Y todavía tendremos que dar la gracias. No te jode.